Consejos para

Dormir al bebé

Nadie tiene un manual de instrucciones para que el bebé aprenda a dormir y no a todos los padres les dan resultado los mismos consejos. Sin embargo, siempre es válido intentarlo.

  1. Poco a poco, el bebé debe ir incorporando las rutinas del día y las de la noche, y entre estas últimas, se encuentran los rituales para ir a dormir un cuento, unos masajes o mimos en su cuna o moisés, una canción o un poco de música suave pueden ir generando el ambiente adecuado para el sueño.
  2. Cerrar las persianas, pero garantizar una buena ventilación en el cuarto, apagar la luz y moderar los ruidos es fundamental para que el bebé pueda conciliar el sueño con tranquilidad.
  3. 3. Darle la última comida alrededor de las 20:00 h o 21:00 h para que aprenda a acostarse temprano. Esto es bueno para el bebé, que descansa lo suficiente, y para los padres, que pueden encontrar un momento de tranquilidad para estar juntos.
  4. No hay que dormirlo en brazos, ya que tomará esta costumbre: hay que acostarlo en su cuna todavía despierto y acompañarlo un ratito antes de que se quede dormido.
  5. Antes de acostarlo, es importante ayudar al niño a relajarse, y para eso, nada como un buen baño, que es una excelente oportunidad para que el bebé se relaje y, si se realiza siempre más o menos a la misma hora, irá comprendiendo que después del baño llega la hora de dormir. Quien se encargue de acostar al bebé también debe estar relajado y dispuesto a prestarle al niño la atención que necesita.

  6.  En la cuna, para evitar que la cara del bebé quede cubierta durante el sueño, se aconseja que no haya almohadas, almohadones, ropa enrollada y mullida, muñecas y juguetes, etc. El colchón debe ser firme, ajustarse bien a la cuna, sin dejar espacios libres y estar cubierto por una sábana ajustable fina.
  7. La ropa de cama debe ser adecuada, es importante no abrigar demasiado al bebé y no colocar mantas que pudieran ahogarlo. Si se utilizan sábanas para cubrirlo, estas deben quedar por debajo de las axilas del bebé, con sus bracitos por fuera. Desde la Academia Americana de Pediatría sugieren la utilización de bolsas de dormir (sacos para dormir) para bebés y frazadas para vestir (en las que la cabeza del bebé y sus bracitos quedan por fuera), porque son mejores alternativas que las frazadas comunes ya que evitan el riesgo de que el bebé quede con la cabeza cubierta por la ropa de cama.
  8. No debemos acostumbrarlo a la cama de los padres, esto puede hacerse como un mimo en algún momento del día o cuando los niños son un poquito más grandes, y no se corre el riesgo de crear el hábito de dormir en la cama grande. Evitarlo sobre todo cuando llora por la noche.
  9. Mantener las reglas del sueño incluso cuando alguien se queda a cuidarlo o cuando va a dormir, por ejemplo, a casa de los abuelos.
  10. Después de los 6 meses de edad, si se despierta durante la noche hay que enseñarle a dormirse solito nuevamente ya que los bebés a esta edad duermen de 6 a 8 horas seguidas. Si no llora es mejor no ir a su cuarto. Si llora hay que explicarle que hay que dormir y tratar de no cogerlo. Este proceso requiere mucha paciencia.

A dormir se aprende, por lo tanto, puede ser enseñado. Por eso, es tan importante ser constantes en las rutinas, para que el bebé vaya adquiriendo hábitos que luego lo acompañarán a medida que crezca.

Consejos para

Dormir al Bebé

Nadie tiene un manual de instrucciones para que el bebé aprenda a dormir y no a todos los padres les dan resultado los mismos consejos. Sin embargo, siempre es válido intentarlo.

  1. Poco a poco, el bebé debe ir incorporando las rutinas del día y las de la noche, y entre estas últimas, se encuentran los rituales para ir a dormir un cuento, unos masajes o mimos en su cuna o moisés, una canción o un poco de música suave pueden ir generando el ambiente adecuado para el sueño.
  2. Cerrar las persianas, pero garantizar una buena ventilación en el cuarto, apagar la luz y moderar los ruidos es fundamental para que el bebé pueda conciliar el sueño con tranquilidad.
  3. Darle la última comida alrededor de las 20:00 h o 21:00 h para que aprenda a acostarse temprano. Esto es bueno para el bebé, que descansa lo suficiente, y para los padres, que pueden encontrar un momento de tranquilidad para estar juntos.
  4. No hay que dormirlo en brazos, ya que tomará esta costumbre: hay que acostarlo en su cuna todavía despierto y acompañarlo un ratito antes de que se quede dormido.
  5. Antes de acostarlo, es importante ayudar al niño a relajarse, y para eso, nada como un buen baño, que es una excelente oportunidad para que el bebé se relaje y, si se realiza siempre más o menos a la misma hora, irá comprendiendo que después del baño llega la hora de dormir. Quien se encargue de acostar al bebé también debe estar relajado y dispuesto a prestarle al niño la atención que necesita.

  6.  En la cuna, para evitar que la cara del bebé quede cubierta durante el sueño, se aconseja que no haya almohadas, almohadones, ropa enrollada y mullida, muñecas y juguetes, etc. El colchón debe ser firme, ajustarse bien a la cuna, sin dejar espacios libres y estar cubierto por una sábana ajustable fina.
  7. La ropa de cama debe ser adecuada, es importante no abrigar demasiado al bebé y no colocar mantas que pudieran ahogarlo. Si se utilizan sábanas para cubrirlo, estas deben quedar por debajo de las axilas del bebé, con sus bracitos por fuera. Desde la Academia Americana de Pediatría sugieren la utilización de bolsas de dormir (sacos para dormir) para bebés y frazadas para vestir (en las que la cabeza del bebé y sus bracitos quedan por fuera), porque son mejores alternativas que las frazadas comunes ya que evitan el riesgo de que el bebé quede con la cabeza cubierta por la ropa de cama.
  8. No debemos acostumbrarlo a la cama de los padres, esto puede hacerse como un mimo en algún momento del día o cuando los niños son un poquito más grandes, y no se corre el riesgo de crear el hábito de dormir en la cama grande. Evitarlo sobre todo cuando llora por la noche.
  9. Mantener las reglas del sueño incluso cuando alguien se queda a cuidarlo o cuando va a dormir, por ejemplo, a casa de los abuelos.
  10. Después de los 6 meses de edad, si se despierta durante la noche hay que enseñarle a dormirse solito nuevamente ya que los bebés a esta edad duermen de 6 a 8 horas seguidas. Si no llora es mejor no ir a su cuarto. Si llora hay que explicarle que hay que dormir y tratar de no cogerlo. Este proceso requiere mucha paciencia.

A dormir se aprende, por lo tanto, puede ser enseñado. Por eso, es tan importante ser constantes en las rutinas, para que el bebé vaya adquiriendo hábitos que luego lo acompañarán a medida que crezca.